En
ocasiones, la causa de algunos trastornos
del habla en Alzira hay que buscarla en los niveles de estrés que puede
estar soportando el niño. Pese a lo que
muchos padres pueden pensar, el estrés no es un patrimonio exclusivo de los
adultos. Varios estudios realizados en diferentes países han coincidido en
señalar, no sólo la existencia del estrés infantil, sino también unas causas
que los provocan que no suelen diferir mucho de las que lo originan en los
adultos.
Los niños también han de enfrentarse a situaciones que les pueden suponer un
incremento en sus niveles de estrés: exámenes, entrega de trabajos escolares,
problemas de relaciones sociales, fallecimiento o enfermedad de un familiar…
Para muchos niños estas situaciones pueden ser perfectamente asumibles, pero otros
pueden encontrarse demasiado inseguros ante situaciones que no son capaces de
controlar.
En algunos casos, los trastornos del
habla en Alzira pueden ser también un factor causante de los momentos de estrés
pues la dificultad que el pequeño encuentra en comunicarse puede ser uno de los
condicionantes que disparen un estado de ansiedad. Es una tarea conjunta que
deben asumir padres profesores y terapeutas la de determinar las situaciones
que pueden superar la capacidad de tolerancia del niño: Una competición
deportiva, el fin de las vacaciones y la vuelta al colegio, una situación de
acoso escolar, la separación de los padres… y tratar de analizar de qué forma ha
de afrontarlas el niño.
Las situaciones de estrés pueden manifestarse de muy diversas formas, pueden
mostrar señales de carácter fisiológico (dolores de cabeza, de estómago,
sudoración, temblores…) o de carácter psicológico (cambios de conducta, de carácter…).
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