Las consecuencias psicológicas de la dislexia

Como profesionales en manejar los trastornos del habla en Alzira somos testigos de las graves consecuencias psicológicas que tiene la dislexia en los niños. Estas consecuencias pueden anclarse en la mente de los pequeños y acompañarlos hasta la madurez.

Por eso, debes acudir a nosotros cuanto antes para tratar esos trastornos del habla en Alzira. Como sabrás, la dislexia supone dificultades para leer y escribir correctamente. Son problemas de compresión lectora, pérdida de atención, dificultad para memorizar, abundantes faltas de ortografía, lentitud para aprender nuevas palabras o para mejorar las habilidades comunicativas, etc. Pero todos esos síntomas tienen consecuencias añadidas.

Los niños con dislexia pueden verse ante situaciones de presión extraordinaria cuando se les exige avanzar a pesar de sus dificultades. Es posible que sufran burlas de sus compañeros, pero esos no son los únicos estímulos negativos que pueden recibir. Directa o indirectamente, tanto en la escuela como en casa, pueden captar valoraciones negativas sobre su rendimiento, que pueden llegar a ser muy dolorosas. Pero, aunque no lo sean, los niños pueden interiorizar la idea de «soy tonto» y el fracaso escolar se convierte en un círculo vicioso. Se conciencian de su incapacidad y la asumen, frenando su propio desarrollo. Se vuelven inseguros sobre sus habilidades y a la larga esa sensación de incapacidad se extiende a otros ámbitos además del académico.

La sensación de estar siempre fracasando en la escuela también puede llevar a trastornos depresivos y de ansiedad. El niño, por mucho que se esfuerza, se ve incapaz de cumplir con los mínimos exigidos y siempre va con retraso, y al final la dislexia se convierte en un problema emocional, anímico y psicológico. Son problemas graves que derivan de algo que no era más que una dificultad para leer y escribir que se podría haber corregido sin problemas.

En Optimes Terapeutes te recomendamos resolver cuanto antes estas dificultades del habla.